En lo referente a #ACTitud, en otros artículos hemos tratado sobre diferentes espectros, quizá muy tipificados, por sus buenas y positivas acciones, e incluso también hemos referido el caso de personas negativas, esas que consumen tu energía. Pero existen otros tipos de personas, sin irnos a extremos de #ACTitud o negatividad. Yo los denomino “los momias” y os puedo asegurar que existen (conozco unos cuantos).
Los momias no es que sean negativos. Simplemente son eso, momias, ¡con su vendaje y todo! Ni aportan, ni restan, sólo están ahí.
A veces, los tienes en tu empresa, en tu equipo, en tus círculos sociales e incluso en tu familia.
Los momias son gente anodina, no quieren nada, no tienen ilusión, no poseen inquietudes.
Los momias son estáticos. No quieren evolucionar.
Los momias se dejan llevar por su propias rutinas momia.
Los momias dejan que la vida transcurra, probablemente te los encontraras sentados en su silla en el trabajo, con la mirada perdiad o en el sofá de casa viendo muchas horas de tele.
Los momias no quieren evolucionar, no quieren cambiar las formas de trabajar. Llevan mucho tiempo haciéndolo así y ya está.
Los momias se relacionan poco en la empresa y tienen poca vida social o familiar. Apenas se relacionan con sus compañeros o entorno. Su teléfono suena pocas veces y se les ve poco con otras personas.
Los momias tampoco comen mucho fuera, ni con otras personas. Les vale lo que les pongan en el plato y da igual, hay que comer para subsistir y listo.
Las momias no saben cocinar tampoco bien. Está claro que con cualquier cosa, elaborada de la manera que les parece, pues ya vale para pasar el obligatorio rato de sentarse a la mesa, con poca conversación generalmente.
Los momias tienen miedo al cambio, aunque sea evolutivo y positivo, pero les saca de su sarcófago de confort.
Los momias son poco amigos de celebrar. No suelen cuidar mucho las oportunidades de brindar con los compañeros, de celebrar cumpleaños propios de su entorno (“total, es un día más de la vida”), de disfrutar fiestas locales, nacionales e incluso navideñas. A veces no celebran ni sus propias efemérides.
Los momias no son detallistas. No les importa. Tampoco necesitan que terceros sean muy esmerados con ellos (o eso dicen).
Y tú, ¿conoces algún momia? ¿te vienen inmediatamente nombres así a la cabeza? ¿te has sentido momia en algún momento de tu vida? ¿Tienes algún momia en tu empresa? Y, ¿en tu entorno? Seguramente sí.
Personalmente, sí que conozco momias. Sé de personas que no disfrutan de su vida, de su día a día, de cada segundo. No son negativas per se, pero hay que huir de ellos. Además, su efecto puede llegar a ser contagioso. Caeremos entonces en la comodidad, en dejarnos llevar, en un estado abúlico y perezoso que hará que perdamos nuestra #ACTitud y nuestra energía.
Y de nuevo nos acompaña una foto de Andrés de La Ossa en este artículo.
Son las 7 de la maňana , acabo de leer tu ultima publicacion y tu positivismo y energia me ha cargado las pilas para todo el dia ! Y cuidado que aqui hay mas momias que …en Egipto ! Un abrazo grande Amigo !
Muchas gracias, Crsitian!!! Pues a por las tijeras y a cortar vendas desde primera hora de la mañana. Empecemos también por las nuestras, claro está!!! Un abrazo
Lo has clavado Angel. Se puede decir más ALTO pero no más claro.
Según leía estabas describiendo a dos MOMIAS de mi entorno familiar y otras tantas del laboral….
Y no olvidemos que ayuda o aportar no quieren. Mi criterio personal es que acaba generando relación o personas tóxicas….
Enhorabuena Angel.
Gracias, Paulino. Pues así es. Y ahí tiene que estar nuestra #ACTitud, nuestro tiempo es lo más valioso y dedicamos gran parte de el a cuestiones relacionales, por lo que cuanto más selectivos seamos, más fortaleceremos nuestros entornos más positivos y de generación de valor grupal y personal. Un abrazo
Muy acertado Ángel. ¡Comparto!
Muchas gracias, Bea!!! Contento de que te haya gustado!!! Es una realidad muchas veces vista.
Hola Ángel, me ha atraído la lectura de tu post desde el título.
Cierto, vivimos rodeados de momias. Algunas surgen víctimas de una rutina anodina pero necesaria, y se dejan llevar por la situación. Mejor malo conocido pero seguro, que atreverse a romper con ella. Miedo a dar que hablar, a ser criticados, a ser diferentes, a ser unos mismos. Momias-borregos.
Otros, son momias por naturaleza, son simples: la vida es levantarse, alimentarse y trabajar y vuelta a empezar. Tanta simpleza es respetable pero también muy triste y vacía.
Gracias a Dios, jamás formaré parte de ninguno de estos grupos.
Gracias, Tania!!! Esperemos que con el paso del tiempo sigamos siendo autoexigentes y no caigamos ahí!!!
Sería curioso saber si lo que tú consideras una momia tiene tal concepto de su vida, porque igual te llevabas una sorpresa 🙂
Gracias, Fernando. En mi caso, los momias que conozco, están a gusto en su sarcófago. Es su entorno estable de referencia en el que se sienten seguros y confortables. Son así y quieren vivir así, no le piden más a la vida ni a ellos mismos, tampoco lo necesitan. Están en su perfecto derecho. También en las empresas cumplen con su cometido tal cual y su rol es claro, no tengo ninguna duda. Pero en mis equipos me gusta la gente que va más allá, con inquietudes y más #ACTitud. Obviamente, es mi visión particular desde mis experiencias. Un saludo.
Hola, yo tengo puesto el filtro de «no mostrar momias en el listado», así que desde hace mucho tiempo no me topo con ellas.
Pero vamos hay momentos en la vida que apetece ser un poco momia, aunque solo sea por descansar un «ratico» en el sarcófago.
Muchas gracias, AG.
Me parece una buena práctica y un buen filtro que voy a agregar también.
Y por supuesto, los no momias tenemos derecho -y obligación- de descanso. Ahora bien, hay opciones más confortables que los sarcófagos 😉 .
Un saludo