Es increíble que a veces no nos demos cuenta de lo rencorosos que somos. Todos pasamos por ello en algún momento.
Con los años, la experiencia propia y lo que veo en gente cercana, el rencor tiene un tiempo. Las personas con autoconocimiento, que se conocen y con autocontrol tienen momentos de rencor muy cortos. Mientras, otro tipo de personas, tienen brotes de rencor muy largos, incluso de muchos años.
Considero que las personas rencorosas son personas dejadas, que se importan muy poco a si mismas y se dejan llevar por la comodidad de eso, de ser rencorosos.
Por el contrario, conozco gente humilde, sencilla y que reconoce que en un momento determinado ha sido rencorosa, suele ser gente inquieta, con alta valía personal, que se quiere, se conoce y además quiere mejorar.
Y tú, ¿cómo eres? ¿Cuánto de rencoroso? ¿Cuánto tiempo te dura?
Si eres capaz de analizarlo, de vivirlo, de ser consciente y de saber qué es lo que te genera ese rencor, para luego poder asumir la situación y, con #ACTitud, emplearlo para tu crecimiento personal, entonces, eres un fenómeno.
Si, por el contrario, no eres capaz de reconocer tu rencor, que surge de ti mismo, que te bloquea y que saca tu inactitud o lo que es peor, tu mala actitud, entonces, tienes un problema. Y lo tienes tú contigo mismo, no con la otra parte que te genera rencor.
El rencor surge en todos tus ámbitos, laborales, personales, familiares, de pareja. Y ahí es donde, con tu calidad como persona, marcarás las diferencias, por cómo gestionas esos momentos de rencor, logrando ser un líder, mejor persona, un gran pariente o la mejor pareja. Esto, hace crecer tus núcleos de desarrollo.
En la empresa, siempre ocurre, siempre surge el rencor. Como lo gestionemos, es lo importante. Brota internamente, con nuestros equipos, con nuestros superiores; o externamente con clientes, proveedores y terceros.
Muchas veces nos calentamos porque algo no sale como queremos, porque nos llevan la contraria, porque hay otra visión de algún asunto, porque no obtenemos una buena respuesta e incluso a veces porque alguien pierde las formas inadecuadamente. No te lo puedes consentir. No caigas en ese mismo nivel. Estropearás la relación y sólo lograrás dar un paso atrás.
No pasa nada, hay que ser consciente justo en el momento. Pararnos, enfriarnos y objetivar la situación. Ahí surgirá el autocontrol. Así que en momentos de rencor, date un tiempo, el que necesites y aborda entonces el problema que suele haber detrás como sabes hacer, con tu mejor #ACTitud, ya con naturalidad y calma.
Eres ejecutivo y como tal, tu misión es ejecutar, hacerlo y hacer que las cosas sucedan. No tienes otro remedio que ser cada día mejor y, el rencor, es siempre un escollo que nada te aportará.
Te dejo ahora un reto, la próxima vez que en tu trabajo detectes rencor en ti, párate, analízalo, piensa por qué te lo ha generado, aísla esa parte, se consciente de tu capacidad y ¡saca tu mejor #ACTitud!
De nuevo nos acompaña una foto de Andrés de La Ossa, que espero te ayude a dar la espalda al rencor.
Todos me han gustado mucho. Pero este especialmente me ha encantado. El rencor no lleva a ninguna parte y en ninguna parte se está muy solo.
Gracias Angel.
Muchas ganas a tí, Ana.
Es una pena que una mala #ACTitud personal nos lleve a estropear ambientes de trabajo, productividades e incluso vidas personales.
Y es síntoma de madurez personal y profesional el ser conscientes de momentos de rencor, que todos tenemos, para no hacer o tomar decisiones en ese momento y esperar a ser más objetivos y hacer las cosas todo lo bien que sabemos.
Un abrazo
Un estupendo artículo Ángel, hay mucho rencor en el día a día a nuestro alrededor y junto con otras cosas que he ido viendo a lo largo del tiempo, creo que sería necesario un gran cambio en nuestro sistema de valores común.
Ha crecido el individualismo, no se enseña a manejar sentimientos como el rencor, la envidia….
Nos haría mejorar la #ACTitud global y mucho en mi humilde opinión.
Un saludo.
Muchas gracias, Eneida por comentar y con tan buen aporte.
Evitemos entonces individualismos y fomentemos trabajos en equipos, multidisciplinares y con caracteres heterogéneos.
Y sí, es algo que cuesta tiempo, primero propio de concienciación y posteriormente de implantación en la implantación en el equipo.
Un saludo.
Me ha encantado tu reflexión. Me siento identificado en tu reflexión; creo que mis periodos de rencor son cortos y eso me alegra
Gracias, Pablo.
Me alegro de que sean cortos y eso seguro que es porque te has trabajado y exigido. Ánimo y a ser conscientes de lo que somos, para mejorar y hacer nuestros entornos mejores.
Un abrazo
Enhorabuena Ángel por este post. Para pensar y sobretodo para practicar. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias. Me alegro mucho de que te sirva para reflexionar pero sobre todo de pié a #ACTitud de la buena.
Un abrazo
Bueno, bueno Angel. Que disertación más buena del rencor, sencilla y muy muy claro. Muy malo es vivir del rencor pero también lo es que alguien te lo guarde. Un abrazo
Muchas gracias, Puy. Encantado de que te haya gustado y aportado. No podemos permitirnos el rencor en ningún ámbito. Y el que lo guarda es el que peor lo pasa y le llegará probablemente su factura, en una #EmpresaconAlma quedará fuera de lugar y a nivel personal, tiene que ser duro convivir con uno mismo y ésa acidez interior. Un abrazo.