Las pasadas vacaciones de Semana Santa me encontraba en un mercadillo alicantino con mi hija y unos amigos. Nos acercamos a un puesto de embutidos que tenían un lomo con muy buen aspecto. En cuanto nos vió, la dicharachera y sonriente vendedora nos atendió estupendamente y, mientras preparaba nuestro lomo, nos dió a probar un exquisito lacón asado que ellos mismos hacían e iban Continuar leyendo «No vendas producto, regala experiencias»